LA VOZ DEL HULP

Inicio » Testimonios » Rosa Parks

Archivo de la categoría: Rosa Parks

Introduce tu e-mail para recibir en tu correo las entradas

Rosa Parks escribe a Javier Rodríguez para contarle la ejemplar historia de la misionera Paciencia

La misionera Paciencia muestra el documento que certifica que ya no tiene Ébola

La misionera Paciencia muestra el documento que certifica que ya no tiene Ébola

A Javier Rodríguez:

.

Me piden tus conciudadanos, aquellos a quien deberías servir, que, dado que te falta valor o capacidad de autocrítica o valor para ceder tu puesto, al menos te enteres de que tenéis por vuestras calles a alguien tan singular como ejemplar: la Hermana Paciencia.

.

Paciencia Melgar es una misionera que se curó de la enfermedad de Ébola en el mes pasado, tras contraerla en el Hospital San José de Monrovia en Liberia. Su contagio fue muy próximo en el tiempo al del hermano Miguel Pajares, misionero español, repatriado y muerto en España, que fue atendido por Teresa Romero. Hoy Teresa está siendo tratada, entre otras cosas, con “suero convaleciente” donado por la hermana Paciencia. (¡¡¡¡Ánimo, Teresa, vas a salir adelante!!! ¡¡No tenemos ninguna gana de verte pronto por aquí arriba!!).

Paciencia estaba prácticamente desahuciada. Eso es lo que me ha dicho Miguel, que se temió cuando tuvo que dejarla atrás, en Liberia. Me contaba, no sin dolor, que hasta el último momento estuvo pidiendo sin éxito que la trajeran también a Madrid. Es lo que pasa por no tener pasaporte español. Sin embargo, la guineana venció en las peores condiciones al virus que doblegó a su amigo Miguel, con el que había compartido tanto en los hospitales de Liberia.

. (más…)

Carta de Rosa Parks a los Profesionales Sanitarios: Miedo y Responsabilidad

Rosa Parks sentada en un autobús público

Rosa Parks sentada en un autobús público

Queridas y queridos profesionales del Hospital de La Paz-Carlos III y de toda la red pública de la Comunidad de Madrid…

.

En primer lugar, expresaros mi más hondo reconocimiento. Sois un@s jabat@s. ¡Cuánto me habéis recordado otros escenarios igualmente duros y preocupantes! Aquellos lejanos días de 1958 en los que nos enfrentábamos a un virus también letal llamado Ku-Klux-Klan. Exigíamos la protección de las autoridades y en tantas ocasiones miraban para otro lado, pero nosotras sabíamos que nuestra responsabilidad era seguir cuidando y protegiendo a las hermanas y hermanos más vulnerables, sobre todo los de las zonas rurales.

 

Sí, era nuestro deber. Teníamos un compromiso moral que habíamos escogido previamente al decidir un camino vital, una “profesión”, podríamos decir, la de activistas de los derechos humanos, algo a lo que nadie nos había obligado. Sabíamos de nuestro riesgos. Sabíamos que habitualmente los riesgos eran reales pero poco probables y también conocíamos que, de manera excepcional -como la aparición del virus KKK- se podían hacer mucho más graves y preocupantes.

 

¿Cuál fue nuestra línea de trabajo? Hacer compatibles dos objetivos. Responder a nuestro deber de ayudar a las hermanas y hermanos amenazados (creo que vosotros le llamáis algo así como «compromiso deontológico») a sabiendas de los riesgos y, a la par, exigir a las autoridades que cumplieran con sus responsabilidades, es decir, que ofrecieran las herramientas para acabar con la terrible infección que nos asolaba. Ahora bien, también teníamos muy claro que el incumplimiento de las autoridades no iba a ser excusa para dejar de hacer aquello a lo que nos habíamos comprometido.

.

Queridas y queridos trabajadores de la salud. ¡Cómo no voy a entender vuestros miedos! Yo también los tuve y estuvieron a punto de bloquearme y de bloquearnos. Y ya para terminar, quiero contaros qué nos ayudó…

.

En primer lugar, establecer una red de apoyo mutuo, con dos importantes fines: mejorar las estrategias de protección y evitar que fuera el miedo el motor de nuestras acciones y decisiones. En segundo lugar, apelar de forma permanente a nuestros valores y a nuestras convicciones.

.

Al final ganamos la batalla. No fue fácil. Pero no permitimos que nuestro miedo, que lo teníamos, nos despojara de nuestros valores.

.

Estoy segura que vais a saber afrontar esta crisis. Del mismo modo que sé que no va a ser gracias a vuestros gobernantes, sino a pesar de ellos.

.

Recibid un abrazo pero que muy cariñoso, de esta negra,

.

Rosa

 

 

Carta de Rosa Parks al Consejero de Sanidad: No culpabilizarás a las víctimas

Estimado Sr. Rodríguez,

.

Éramos las negras las culpables de las revueltas de Alabama. No lo era el apartheid

Éramos las mujeres las responsables de la persecución que sufrimos por reivindicar el voto femenino. No lo era la discriminación.

Éramos las jóvencitas las culpables de haber sido violadas por haber salido demasiado escotadas a la calle. No lo era el sinvergüenza violador. .

.

Tú has llamado mentirosa a Teresa. Y además la has despreciado al banalizar el origen más probable de su error, diciendo que “Para explicar cómo quitarse o ponerse el traje no hace falta un máster«. Puede ser porque tu desconocimiento de la condición humana sea tan enorme como penoso o, simplemente, porque tu catadura moral solo te permite buscar chivos expiatorios. O quizás por las dos cosas.

..

Quizás seas incapaz de comprender que las personas cuando sentimos miedo tendemos a huir o a negar la realidad amenazante (muy evitativo). Podemos ir a la peluquería, porque eso nos permite no registrar la realidad del riesgo de estar contagiadas. Y por eso tampoco caemos en la cuenta de decirle a la médico de Atención Primaria que estuvimos cuidando a uno de los dos misioneros que murieron en el hospital. Eso no es mentir, eso no es ser una mentirosa.

¿Que se ha podido producir un despiste, un error humano? Es posible. ¿Que ha podido tener que ver con la improvisación, las prisas, la falta de entrenamiento suficiente o/y un largo etcétera? No me cabe duda. No es el momento de analizar los errores de la gestión de esta crisis porque a Teresa toca cuidarla y no recriminarla. Como médico debías saberlo, sin embargo, para ti ahora es Teresa la culpable por haberse contagiado del Ébola. Suena muy mezquino.

,

Finalmente, quiero decirte, Javier Rodríguez, que recuerdes que cuentas con unos profesionales como la copa de un pino. Algunos tienen miedo a ser contagiados, pero sabrán gestionarlo. Deja ya de machacarlos. No te los mereces.

.

.

 

Rosa Parks al Sr. Consejero: ¿Quién sirve a quien? ¿el paciente al sistema o el sistema al paciente?

.Servicio Público

.

Querido Javier:

He de confesar que estaba a gusto con mi gente disfrutando de este retiro, los cien días de rigor que todo responsable público que asume la responsabilidad de un nuevo cargo merece. Pero entiendo que la envidia juega malas pasadas y que tú también quieres que servidora, pobre infeliz, te escriba, como tanto tuve que hacer con tu homónimo y nunca suficientemente bien olvidado, Javier Fernández-Lasquetty. No obstante, si eso era lo que pretendías, debes saber que no era necesario que sacaras la lengua a pasear de esa manera, que diría un castizo (ya ves que mi manejo del idioma está siendo tan fino como chotis-en-baldosa).

.

«Las listas de espera aumentan porque los pacientes quieren»… «si un paciente no quiere operarse en un centro externalizado u otro al que le derivamos…». Es precisamente esta frase la que me ha sobresaltado y me ha hecho temer que contigo no vaya poder dar nada por supuesto. Y es que impresiona la profundidad de tus argumentos. ¡Claro que es responsabilidad del paciente! El que sabe es el sistema, el que decide es el sistema, las necesidades y las preferencias de los pacientes las describe el sistema. No puedo entender la negativa del paciente a ser derivado a un centro privado. Es más, Javier Rodríguez, exijo que de manera particular se denuncie a aquellos pacientes que renuncian a la cirugía en los centros privados que habéis concertado por desobediencia civil, porque ponen al sistema entre la espada y la pared, al no poder cumplir vuestro honroso compromiso de que ningún ciudadano espere más de 30 días a ser intervenido (aunque no me acuerdo de si el recuento era a partir del preoperatorio o de la indicación quirúrgica, por aquello de vuestra maravillosa ingeniería informativa). También entiendo que últimamente vuestros desobedientes ciudadanos tienen malos ejemplos. Como el de Dña. Esperanza, que también pasa de la autoridad aunque me da que no sea para la defensa de los intereses del común…

. (más…)

Carta de despedida de Rosa Parks al Sr. Ex-Consejero de Sanidad: Adios, Javier

Fear-of-failure-1024x340

Querido Javier,

.

Simplemente, gracias. Hace poco más de 15 días te escribí mi última carta que los editores de La Voz del HULP titularon: «Coaching dimisorial urgente de Rosa Parks al Consejero de Sanidad«. Terminaba mi escrito diciéndote: «Dame la alegría de la dimisión». Y lo has hecho. ¡Por fin me has escuchado! Eres un crack, aunque tarde, al final reconoces la mejor de las decisiones.

:

Como te decía en esa carta, tú, impasible el ademán, hasta en los momentos dimisionarios, tan solemne: «He decidido dejar el cargo de consejero porque yo fui quien propuse este proyecto, quien lo puso en marcha y las circunstancias lo han hecho imposible. Asumo la responsabilidad de no haberlo conseguido y por eso dejo la Consejería«. Me gustaría saber a qué le llamas «las circunstancias». Supongo que te refieres al argumento de los magistrados de «evitar perjuicios de imposible reparación«. ¿O quizás te refieres a la propia Marea Blanca? El bueno de D. José (Ortega y Gasset, otro intelectual que tenemos por aquí cerca), se parte el eje: «Yo soy yo y mis circunstancias», decía él en sus escritos, así que como sea la Marea Blanca lo de «las circunstancias», la vas a tener dándote marimorena para el resto de tus días.

.

Yo te planteaba tres alternativas para la dimisión (había que enseñarte los «cómo«, dada tu bisoñez), y has elegido la primera, dejándote brasear y amortizar por tu jefe. Tú, tan dócil con tus jefes -vamos, como si tuvieras criterio- has agradecido la confianza depositada en ti por Ignacio González y antes por Esperanza Aguirre. Tu jefe, sin embargo, te acepta la dimisión y no tiene ni una palabra de agradecimiento. ¡Cómo son! No tengo claro tu diagnóstico diferencial: ¿tonto útil o chivo expiatorio? Tengo que preguntárselo a Sigmund, que de eso sabe un montón.

.

Tu habitual humildad te lleva a afirmar «estar muy orgulloso» de formar parte de este Gobierno que «sirve al interés general de los madrileños» (y se te ha olvidado afirmar…) y al interés particular de determinadas empresas sanitarias, propiedad a su vez de fondos de inversión. Pero no pasa nada. Para por-si-acaso, seguirás como diputado en la Asamblea de Madrid. Eso, a seguir cobrando de lo público, pero ten cuidado no te «funcionarices«, no te vaya a pasar como a tu sucesor, que lleva como diputado en la Asamblea desde 1987, desde la IIª legislatura… y vamos por la VIIIª. Ya tiene las bodas de plata. Empiezo a entender vuestro amor por lo público, de verdad. Se agradece, no obstante, el haber elegido a un hombre tanto con experiencia como con juventud -70 tacos- (es lo que tiene compararse con una misma, ya centenaria!).

.

Pero volvamos a tu breve discurso, te lo he visto en la tele (Antena Caelum©). Muy breve, pero tú, como siempre, con ese porte. Silvio Rodríguez lo describía muy bien: «la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta«… ¡Qué manejo del lenguaje! Tres detalles:

a) Tú no dimites, tú dejas el cargo. ¡Olé, con dos c…! No vaya ser que hayas escuchado a la Marea. (Javier, Javier, que no quiero perder la compostura…).

b) Lo tuyo no es una experiencia de fracaso. Se trata, ni más ni menos, de un auténtico sentido de la responsabilidad. No hagas ni caso a tus detractores. El «euro por receta» suspendido todavía por el Tribunal Constitucional, tener que dar marcha atrás en la reconversión del Hospital de la Princesa en un geriátrico, no haber abierto desde hace cuatro años un hospital, el de Collado-Villalba, a costa del erario público, el proyecto permanentemente piloto de la receta electrónica, no haber conseguido poner en marcha ni la mitad del «Plan de Sostenibilidad», etc. todo eso, insisto, no es un fracaso, es simple y llanamente tu sentido de la responsabilidad.

c) Y ya lo último, altamente impresionante: «Me marcho por rectitud». Descolocado. ¿A qué te refieres? ¿Es que tienes algún problema en el recto?

.

En fin, te nos vas y nos dejas una preocupación añadida: tu sucesor. Si al final, como nos descuidemos, «otro vendrá que bueno te hará». Se lo has puesto difícil, pero en tus filas todo es posible. Cuando uno es especialista en Nefrología y en Medicina Interna, doctor de los de verdad, de los de doctorado, catedrático de Patología General y vicedecano de la Facultad de Medicina de la Complutense, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Gregorio Marañón, presidente del Partido Popular de Las Rozas, concejal de ese municipio entre 1983-1998, Consejero de Telemadrid -ERE que ERE-, entre 1995 y 2001, diputado de la Asamblea de Madrid más de un cuarto de siglo y portavoz de Sanidad del Partido en la misma, miembro de la Junta del Partido Popular de Madrid, así como de la Comisión Regional y Nacional del PP, etc…no sé, ¿será que habéis fichado a Dios? Fíjate que me da que éste es de los que nunca acababa de estar en su puesto de trabajo, de esos de los que tú siempre te quejabas. Vamos, porque por lo que aquí se comenta, el único que tiene el don de la ubicuidad, es el de arriba, que aunque yo no lo he visto, dicen que existe.

.

Al final, caballeroso que tú eres, has dicho que lo hará muy bien porque «conoce muy bien al sistema desde hace años». No sé si habrá hecho muchas guardias los últimos 30 años y dudo que en su entorno tan concreto, en las alturas, se haya percatado demasiado de tus recortes, pero en fin, habrá que darle el beneficio de la duda.

.

¿Y qué será de ti? Eso de seguir en el escaño te ayudará, al menos temporalmente. Lo de la puerta giratoria, ya habíamos quedado que no, verdad? Chico, insisto en esto porque tienes unos antecedentes -perdón, antecesores- pero que muy penales

.

Bien, Javier, nuestro «¿amor?» llega a su fin. Me quedo con el intento de reconvertirte y con el gusto de tu dimisión, pero también con tus palabras cuando afirmas que mi marcha «es lo que mejor conviene a la sanidad madrileña». Eres la clarividencia con gafas.

.

Y aquí va mi despedida. Como debe ser, en forma de deseo, tomando prestada de Silvio Rodríguez una hermosa canción de desamor. No voy a idealizar. Tus decisiones han creado mucho sufrimiento y la pérdida de muchos valores y derechos . Ojalá que te vayas de nuestras vidas y que no vuelvas!

.

ojalá se te acabe la mirada constante
la palara precisa, la sonrisa perfecta
ojala pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora, un disparo de nieve
ojala por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones
ojala que no pueda tocarte ni en canciones

«Coaching» dimisiorial urgente de Rosa Parks al Consejero de Sanidad

ConejoDuracell

.

Querido Javier,

.

Hay un aspecto de tu vida pública sobre el que tenemos que trabajar. Y aprovecho para entrar en faena porque ayer, tras el acuerdo de los magistrados del TSJM declaraste:

.

«Es que no hay ninguna decisión sobre los recursos que haya sido adoptada hasta el momento, luego, por tanto, no hay golpe de ninguna clase«

.

Estoy no sólo alucinada  sino preocupada. En vez de mostrar los progresos que estamos consiguiendo tú y yo -somos un equipo ¿eh?- te empeñas en disociarte. Tus palabras decían «no pasa nada» mientras tu lenguaje no verbal, con ese rictus de ceja movediza, sonrisa nerviosa y parsimonia forzada, transmitía que estabas en un DEFCON 1. Precisamente por esto tenemos a Sigmund preocupado; me dice con vehemencia que, o te organizo un coaching en condiciones o eres carne de sillón, que ese rictus se te puede cronificar, por mucho que le pagues al de la limpieza de cutis. (Que, por cierto, amigos españoles me piden que te pregunte que dónde te la haces).

.

Pero vayamos a lo central.  Estás muy tocado, Javier, cada día más tocado. Ayer ni siquiera pudiste minimizar el impacto de la noticia, como les tienes acostumbrados a los de la marea blanca. Vamos a ver, primera lección, bien sencilla: el «acuerdo parcial». Si tú dices, «ciertamente, la decisión de los magistrados puede suponer un cierto retraso en nuestros calendarios, lo que no afecta sustancialmente al contenido del Plan de Sostenibilidad, que es lo que bien merece la Sanidad madrileña…», te habías ganado a la concurrencia. Es decir, al no negar la menor (lo de los tiempos), me quedo con la mayor (la privatización). Pero claro, tú, erre que erre, como si no pasara nada e impasible el ademán. Segundo gol en contra ayer. Por  si no te diste cuenta o te cuesta reconocer lo obvio, el TSJM abrió el marcador.

. (más…)

“Los Profesionales Sanitarios no son tus Reyes Magos”. Carta de Año Nuevo de Rosa Parks al Sr. Consejero de Sanidad

rrmm

Querido Javier,

.

Antes de nada, desearte Feliz Año Nuevo (lo cortés no quita lo valiente) y manifestarte mi enhorabuena por esta nueva vocación epistolar que parece haber brotado en ti. Si bien, el resultado es ciertamente deficiente, aunque sea en intención comunicativa, algo vas aprendiendo. De hecho, por aquí arriba piensan que tu carta es la primera señal positiva de mi misión contigo.

.

Imagino que sabrás que hablo de tu carta de Fin de Año a los profesionales de la Sanidad Pública madrileña. A título personal he de confesarte que tras leerla me siento un pelín dolida contigo. Pues sí, después de llevar todo un año escribiéndote, después de todo este trabajo de coaching, no me dedicas ni un solo comentario, ni siquiera una mención. Nada como si no existiera. Y ya sabes cómo somos las mujeres para eso de los detalles. Sí, también las activistas políticas, las que nos sentamos en los asientos prohibidos para negros, pues nosotras, yo misma, también tenemos nuestra sensibilidad, que conste.

(más…)

La autoridad moral frente a la mediocridad del poder. Por Rosa Parks

 

 

 

Winnie y Nelson Mandela saludan a Rosa Parks en Detroit. Nelson Mandela, que acababa de ser liberado de prisión estaba de de gira en los Estados Unidos. 28 de junio de 1990

Winnie y Nelson Mandela saludan a Rosa Parks en Detroit. Nelson Mandela, que acababa de ser liberado de prisión estaba de de gira en los Estados Unidos. 28 de junio de 1990

Querido Javier,

.

El cosquilleo de mi amigo Nelson, nuestro querido Madiba, quien ha venido a quedarse con nosotros, me lleva a escribirte de nuevo en fechas tan destacadas como estas. Tengo que confesar que nuestro reencuentro ha sido algo muy emotivo.

.

Madiba y yo tenemos muchas cosas en común. Muchos sueños, mucha lucha, mucha cárcel y siempre -ya ves qué paradojas- mucha libertad. Almas gemelas. De hecho, en la década de los 80, luché contra el apartheid y él era tan consciente de nuestra comunión que cuando me visitó después de ser por fin liberado me dijo personalmente: «me has infundido mucho ánimo todos esos años en prisión».

.

El espíritu de Madiba, sus enseñanzas, contrastan con tu visión del mundo y de las personas. No se trata de que seas un referente ético a nivel mundial sino simplemente que seas ejemplar y, si me apuras, que no hagas el ridículo, como acaba de ourrir hace pocos días. Acabas de decir a los trabajadores sanitarios que han sacado una oposición que «no tienen incentivos para mejorar su desempeño más allá de la pura motivación altruista». Da la impresión que eso es precisamente lo que odias, la combinación de dos factores: una mayor seguridad en el empleo y una motivación basada en valores que vayan más allá -aunque lo integren- del sueldo particular. Da la impresión de que te encantaría el silencio del miedo que inunda el maldito sumatorio de precariedad e inseguridad.

. (más…)

Rosa Parks al Sr. Consejero: Aprende de los Profesionales de la Sanidad y de la Judicatura. Te hace mucha falta

Estimado Javier,

.

Ahora que se cumple un año desde que nos conocemos creo que ya he dado con el quid de tu cuestión: que no eres un profesional, sino un «amateur» de la política y también de la vida. Si fueras un auténtico profesional entenderías lo que ocurre a tu alrededor, no intentarías manipular a los médicos (ni a otros profesionales de la salud) y dejarías que los jueces hiciesen su trabajo.

.

Es verdad que yo tengo la suerte de codearme con gente estupenda, ilustre, y que me sobra tiempo para charlar con ellos y aprender constantemente. A pesar de que tú no tienes esa oportunidad, no me queda duda de que tu rendimiento vital deja mucho que desear. Ya en otra carta (me da que no te las lees con el cariño que se merecen), te contaba que las profesiones, en sentido estricto, clásicamente han sido tres: la medicina, para regular la vida corporal; la judicatura para regular la vida social y, por último, la teología y el presbiterado para regular la vida espiritual. Todas estas profesiones se caracterizan por los siguientes principios:

(más…)

«100 mujeres» Nueva carta de Rosa Parks

31BC9A54D86D5EE17E46BE3C244CB3

Querido Javier,

.

Cada día me impresionas más. No me lo podía creer. Treinta mil mujeres de tu Comunidad, 30.000, de edades comprendidas entre 50 y 69 años, no han podido hacerse, entre febrero y septiembre, las mamografías correspondientes al Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama. Al parecer, no se han realizado las que estaban previstas para las Unidades Fijas, es decir, las clínicas privadas con las que la Comunidad mantenía un concierto sobre esta actividad de prevención.

.

Tú, Javier, lo achacabas a «dificultades administrativas«. Tu Viceconsejera Patricia Flores, alude a un problema en la prórroga del contrato con esas entidades: «Ha habido un retraso motivado porque queríamos cambiar el tipo de contrato con las clínicas privadas«.

. (más…)